sábado, 26 de noviembre de 2011

Mitos y realidades de las drogas.


MITOS SOBRE LAS DROGAS EN GENERAL

Mito: Las drogas no son buenas ni malas, depende del uso que se haga de ellas.
Realidad: Las drogas (salvo los medicamentos correctamente utilizados) son sustancias tóxicas y desde su primer consumo existe riesgo para la salud de la persona que las consume.

Mito: Las drogas alivian el stress y las angustias.
Realidad: Las drogas te hacen evadirte unos momentos de los problemas. Cuando se pasa el efecto,  el problema sigue estando.  Si tienes problemas,  comenta lo que te pasa.

Mito: Puedes parar de consumir drogas cuando quieras.
Realidad: Las drogas, además de afectar tu salud mental y física, debilitan tu voluntad, haciéndote vivir tan sólo para sentirte mal cada vez que no tienes nada en tu cuerpo.

Mito: Se puede consumir drogas por mucho tiempo, antes de que te haga daño.
Realidad: La droga actúa sobre el sistema nervioso causando daños desde el primer consumo. Corres el riesgo de que cada vez quieras tomarlas con más frecuencia hasta que te acabes enganchando.

Mito: El consumo de drogas afecta sólo a los jóvenes
Realidad: Su cerebro es más vulnerable a la adicción que el de los adultos.

Mito: Uno elige ser adicto      
Realidad: Se elige experimentar, no ser adicto.

Mito: Tienen efectos afrodisíacos.
Realidad: Aunque en un primer momento pueden utilizarse como ayuda para facilitar el acercamiento sexual, la realidad es que lejos de favorecer el disfrute de las relaciones sexuales, dificultan el orgasmo y, en los hombres, incrementan el riesgo de episodios de impotencia. Además, su uso crónico produce una reducción del interés por el sexo y del placer que éste produce.

Mito: El “cristal” es un éxtasis de lujo por su elevada pureza.
Realidad: El “cristal” por el hecho de presentarse en forma de polvo es fácilmente adulterable con otras sales o sustancias en polvo, mientras que los comprimidos de éxtasis sólo son adulterables en la fase previa a la elaboración de la pastilla. Por tanto, no siempre el “cristal” tiene mayor pureza que los comprimidos.

Mito: Los efectos del “cristal” son distintos a los de las pastillas de éxtasis.
Realidad: Se trata de la misma sustancia, y los efectos de su consumo dependerán de la concentración del principio activo, que puede variar en ambas formas de presentación, de la dosis, de la forma de consumo, del contexto y de las expectativas de los consumidores.



MITOS DEL ALCOHOL

Mito: El alcohol es menos peligroso que otras drogas.
Realidad: El alcohol y el tabaco matan 50 veces más que la heroína, cocaína o cualquiera de las demás drogas.

Mito: Beber alcohol sólo los fines de semana no provoca daño.
Realidad: Depende de la cantidad. No es lo mismo que un adulto sano consuma un par de copas un fin de semana, que un joven beba en las fiestas hasta emborracharse. Si consumes a esta edad, todos los fines de semana, en grandes cantidades, estás en mayor riesgo de hacerlo un hábito, provocando daño al hígado y el cerebro.

Mito: El alcohol te ayuda a ligar y a relacionarte.
Realidad: Es cierto que el alcohol desinhibe. Esta actitud, en cambio, puede no gustar e incluso resultar molestar para la otra persona. Alguien de trato agradable y normal puede convertirse en un pesado espantoso o puede llegar a hacer cosas de las que arrepentirse a la mañana siguiente.

Mito: Cuando estás borracho, con un café se te pasa todo.
Realidad: El alcohol entra en la sangre, y debe ser metabolizado por el organismo para eliminarse y pasar el efecto. Esto no es inmediato.


MITOS DE LA MARIHUANA

Mito: La marihuana no es mala, porque se saca de una planta y eso natural.
Realidad: El humo de la marihuana contiene algunos de los mismos componentes que causan el cáncer que el tabaco, incluso más concentrados. No es cierto que sea natural, ya que actualmente, con el gran negocio del auto-cultivo, se consiguen plantas que han sido manipuladas genéticamente para conseguir concentraciones de THC superiores a lo normal. Las setas venenosas también son naturales o la cicuta y el tejo o muchas más, pero pueden producir la muerte si se ingieren.  No todo lo natural es sano.

Mito: La marihuana no es mala, porque cura a los pacientes de cáncer.
Realidad: La marihuana no cura nada. Solo se utiliza en algunos lugares para disminuir los vómitos en pacientes con quimioterapia, para estimular el apetito o para aliviar dolor. En esos casos el medicamento sólo contiene 1 de los más de 600 componentes que tiene la marihuana.

Mito: Está bien fumar marihuana mientras no seas un fumador crónico o un "porrero".
Realidad: cuando tu organismo se acostumbre a una cierta cantidad necesitarás fumar más porros o puros  para que te produzca los mismos efectos que al principio. Cualquiera puede convertirse en un adicto.

Mito: Los porros no son tan peligrosos. Además yo controlo.
Realidad: Uno de los graves problemas de los porros es que es impredecible como va a quedar tu cuerpo en unos años. Una vez que la sustancia entra en tu cuerpo y afecta a tu cerebro ¿Quién sabe cómo te afectará en el futuro? No controlas el futuro. El cerebro no se recupera.


Mito: Cuando fumo porros pienso mejor.
Realidad: cuando fumas porros tu percepción de la realidad se altera. Seguro que conoces amigos tuyos que fuman y han comenzado a suspender exámenes y a bajar nota. El cánnabis afecta directamente a la memoria y por eso afecta directamente a tus estudios y a tu futuro. Seguro que conoces casos de jóvenes que ya han dejado de estudiar...

 
MITOS DEL TABACO

Mito: El tabaco me tranquiliza.
Realidad: La tranquilidad desaparece cuando bajan los niveles de nicotina. Así que cualquier no fumador está mucho más calmado que cualquier fumador.

Mito: Conozco a muchos fumadores que no tienen problemas de salud.
Realidad: Tú sólo ves a los que están bien, a los que han muerto por el camino no los has llegado a conocer.

Mito: Fumar es señal de libertad y de ser mayor.
Realidad: Eso es lo que nos ha hecho creer la publicidad, pero no es muy libre el joven que necesita tener un cigarro para aparentar, ¿no te parece?
 


MITOS Y REALIDADES SOBRE LA HEROÍNA

Mito: La heroína, si se fuma, se puede controlar.
 Realidad: La heroína, de cualquier manera que se consuma, produce una fuerte tolerancia y dependencia, por lo que el consumidor aumenta rápidamente la dosis. Frecuentemente se pasa a la vía inyectada para poder obtener efectos más intensos con la misma cantidad.

Mito: Si la heroína no está adulterada no es peligrosa.
Realidad: Aunque los adulterantes de la heroína provocan importantes problemas de salud, la heroína en sí misma conlleva importantes riesgos que varían dependiendo de la forma de consumo.

Mito: Es muy difícil contagiarse del VIH-SIDA.
Realidad: Un consumidor de heroína que sea portador del VIH, si comparte jeringuilla o mantienes relaciones sexuales sin protección, aunque sea una sola vez, puede contagiar a otro el VIH.

Mito: Todos los consumidores de heroína son unos delincuentes.
Realidad: Si bien es cierto que muchos adictos a la heroína han podido cometer delitos (sobre todo contra la propiedad) para costear su hábito, no todos lo hacen. En la actualidad, la mayoría de los consumidores de heroína que no pueden o no quieren abandonar su consumo, se encuentran en tratamiento de mantenimiento con metadona. Este fármaco evita el síndrome de abstinencia y estabiliza los receptores opiáceos del paciente.

Mito: Dejar la heroína es prácticamente imposible.
Realidad: Los actuales tratamientos para la adicción a la heroína son efectivos. Hoy en día existe una amplia variedad de tratamientos que ayudan al heroinómano a abandonar el consumo.
 

MITOS Y REALIDADES SOBRE LA COCAÍNA

Mito: La cocaína da marcha
Realidad: La cocaína tiene un efecto estimulante pasajero (Dura entre 30 y 60 minutos) tras el cual se produce un bajón intenso que causa cansancio, decaimiento y depresión.

Mito: Mejora las relaciones con los demás ya que ayuda a desinhibirse.
Realidad: Su consumo abusivo produce irritabilidad y agresividad por lo que las relaciones sociales del consumidor se deterioran.

Mito: Las relaciones sexuales bajo los efectos de la cocaína son más satisfactorias.
Realidad: El consumo habitual de cocaína disminuye el deseo sexual y ocasiona problemas de erección y eyaculación en los varones pudiendo llegar a producir impotencia e infertilidad.

Mito: La cocaína es la droga menos peligrosa
Realidad: Las consecuencias que produce sobre la salud física y psicológica de sus consumidores son muy grandes. Asimismo, junto con la heroína, es la causa principal de numerosos actos delictivos y violentos.

Mito: No pasa nada si solo se consume los fines de semana
Realidad: Consumir todos los fines de semana supone consumir más de 100 días al año, sin contar los periodos de vacaciones en los que también se consume, lo que conlleva un riesgo evidente. Por otro lado hay que tener en cuenta que los efectos del fin de semana se prolongan y afectan a los días siguientes.

Mito: Su uso es fácil de controlar
Realidad: Es una de las drogas con mayor capacidad de generar adicción como se demuestra en el creciente número de personas que acuden a urgencias o a tratamiento por problemas relacionados con su consumo.

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